En el mundo de la aviación, hay muchas maniobras y técnicas que los pilotos deben aprender y dominar para volar con seguridad y eficacia. Una de esas maniobras es la retromarcha, también conocida como resbalón.
Este artículo proporcionará una guía completa sobre esta técnica, sus usos y los distintos tipos de aviones en los que se puede realizar.
También hablaremos de la longitud mínima de la pista y de los requisitos de velocidad y potencia, así como de los peligros potenciales y las precauciones que hay que tomar.
¿Qué es?
La retromarcha, también conocida como inversión del empuje, es una maniobra crucial en la aviación que consiste en la inversión temporal del cabeceo de la fuerza propulsora de una aeronave.
Este proceso se emplea normalmente para ayudar a decelerar la aeronave tras el aterrizaje, sobre todo en escenarios en los que la longitud de la pista es limitada o cuando el piloto necesita potencia de frenado adicional. Sirve esencialmente como mecanismo complementario de los frenos de las ruedas de la aeronave y ayuda a reducir la distancia de balanceo en el aterrizaje.
La aplicación eficaz de la retromarcha es vital para la seguridad y la eficacia de las operaciones de las aeronaves, especialmente durante los aterrizajes.
Es un componente fundamental del proceso global de aterrizaje, que contribuye significativamente a la gestión de la velocidad de la aeronave y a la conservación del valioso espacio de la pista. Al aprovechar la potencia del empuje del motor en sentido contrario, la aeronave puede frenar más rápidamente, mejorando en última instancia el control y la estabilidad de la fase de desaceleración.
¿Cuándo se utiliza?
La retromarcha se utiliza principalmente durante la fase de balanceo de aterrizaje de una aeronave, concretamente después de que las ruedas principales entren en contacto con la pista. Es una técnica clave en escenarios en los que se requiere acortar la distancia de aterrizaje, como en operaciones en aeropuertos con pistas relativamente cortas o en presencia de condiciones meteorológicas adversas.
Además, el uso de la retromarcha puede ser ventajoso para reducir el desgaste de los sistemas de frenado de la aeronave, contribuyendo así al ahorro global de costes de mantenimiento para el operador.
La retromarcha es una práctica habitual en situaciones que exigen un alto nivel de precisión durante la rodadura de aterrizaje, incluidas las aproximaciones a aeropuertos situados muy cerca de obstáculos o en zonas sensibles al ruido.
La capacidad de ralentizar rápida y eficazmente la aeronave mediante la aplicación de la inversión del empuje es una ventaja significativa para garantizar el cumplimiento de diversos requisitos operativos y reglamentarios.
¿Cómo se realiza?
La ejecución de la retromarcha la inicia el piloto poco después de que las ruedas principales de la aeronave hagan contacto con la pista. Al recibir las indicaciones o señales adecuadas, el piloto acciona el sistema de retromarcha, activando el despliegue del mecanismo de inversión del empuje.
Esta acción provoca la reorientación del empuje del motor, generando una fuerza hacia atrás que ayuda a reducir la velocidad de la aeronave. La activación precisa y oportuna de la retromarcha es una habilidad que los pilotos perfeccionan durante su formación y las evaluaciones recurrentes de competencia, lo que subraya su papel fundamental en la seguridad y eficacia de las operaciones de la aeronave.
Como parte de la lista de comprobación posterior al aterrizaje, la tripulación se asegura de que el sistema de retromarcha se desactiva en el punto designado de la pista, tras lo cual la aeronave pasa a utilizar sus sistemas de frenado convencionales para detenerse por completo.
La perfecta coordinación e integración de la retromarcha con otros componentes de deceleración son esenciales para lograr un rendimiento óptimo en el aterrizaje y mantener los más altos niveles de seguridad.
Tipos de aviones
Varios tipos de aviones están equipados con sistemas de retromarcha, desde pequeños reactores regionales hasta grandes aviones comerciales. El diseño y la configuración del sistema de retromarcha pueden variar en función de las características específicas de la aeronave, incluida la posición y el número de motores.
Por ejemplo, los aviones bimotores pueden tener una configuración de retromarcha diferente a la de sus homólogos cuatrimotores, y cada configuración presenta consideraciones únicas para los pilotos y el personal de mantenimiento.
La evolución de la tecnología aeronáutica ha dado lugar a avances en los sistemas de retromarcha, y los aviones modernos se benefician de una mayor eficacia y rendimiento en el despliegue de la inversión del empuje.
A medida que la industria aeronáutica sigue innovando, la integración de las capacidades de retromarcha de última generación contribuye a la seguridad general y a las capacidades operativas de diversas aeronaves, alineándose con el compromiso del sector con la mejora y el avance continuos.
Longitud mínima de pista
La utilización de retromarcha es especialmente relevante en el contexto de los aeropuertos con longitud de pista limitada, donde la gestión eficaz de las distancias de aterrizaje y despegue es de vital importancia.
Los aeropuertos situados en lugares geográficamente difíciles, como los rodeados de terreno accidentado o con restricciones operativas, a menudo exigen el cumplimiento estricto de las limitaciones prescritas de distancia de aterrizaje.
En tales entornos, la capacidad de emplear eficazmente la retromarcha puede desempeñar un papel decisivo para permitir la operación de una diversa gama de aeronaves, incluso en momentos de máxima demanda o en condiciones ambientales adversas.
Al permitir que las aeronaves desaceleren de forma segura y expeditiva, la aplicación de la retromarcha contribuye a la optimización de la utilización de las pistas y facilita la realización fiable y puntual de las operaciones de vuelo.
Esto es especialmente significativo en el ámbito de la aviación comercial, donde el cumplimiento de los horarios y plazos establecidos es un parámetro de rendimiento crítico.
Velocidad y potencia necesarias
La activación del sistema de retromarcha requiere un ajuste coordinado del empuje del motor para lograr la velocidad de desaceleración deseada, correspondiente a las condiciones específicas del aterrizaje y de la pista.
Los pilotos están entrenados para modular con destreza la potencia de salida de los motores de la aeronave para alcanzar el nivel óptimo de empuje de retroceso, alineándose con los factores imperantes, como el peso de la aeronave, las condiciones de la superficie de la pista y los elementos ambientales.
Este control dinámico de la potencia del motor subraya la habilidad y pericia de los pilotos en la gestión de las múltiples facetas de la fase de aterrizaje, con especial atención al control de la velocidad y al conocimiento de la situación.
La calibración precisa del empuje del motor durante la operación de retromarcha es fundamental para mitigar los riesgos potenciales asociados a una reducción rápida o incontrolada de la velocidad aerodinámica.
Al adherirse a los parámetros de velocidad y potencia establecidos, los pilotos defienden los principios de seguridad operativa y cumplimiento de la normativa, contribuyendo a la realización sistemática y disciplinada de las maniobras de la aeronave, especialmente durante las fases críticas del vuelo, como el aterrizaje y el alabeo.
Riesgos y precauciones
Aunque la retromarcha es una capacidad esencial para desacelerar una aeronave durante el aterrizaje, su uso va acompañado de ciertas consideraciones operativas y peligros potenciales que requieren un enfoque proactivo de la gestión de riesgos.
El despliegue de la inversión del empuje en diversas condiciones ambientales y específicas de la aeronave exige un conocimiento profundo de sus retos asociados, incluida la generación de ruido adicional y el impacto potencial en la dinámica de vuelo de la aeronave.
Los pilotos y el personal operativo están formados para identificar y abordar los riesgos potenciales que plantea la retromarcha, abarcando elementos como la interacción del empuje inverso con los vientos cruzados, las superficies de pista contaminadas y el funcionamiento asimétrico del sistema en aeronaves multimotor.
Al integrar estrategias completas de evaluación y mitigación de riesgos en sus prácticas operativas, los profesionales de la aviación mantienen los más altos niveles de seguridad y de toma de decisiones aeronáuticas, garantizando que el uso de la retromarcha se ajusta sistemáticamente a los protocolos establecidos y a las mejores prácticas.
Retromarcha en tierra vs. Retromarcha en el aire
La distinción entre la retromarcha realizada en tierra y en el aire radica en su aplicación específica y en las implicaciones operativas asociadas para la aeronave. La retromarcha en tierra, realizada después de que la aeronave haya tocado tierra en la pista, está diseñada para facilitar una deceleración eficaz y optimizar la utilización de la distancia de aterrizaje disponible, mejorando así la flexibilidad operativa y la seguridad de la fase de aterrizaje.
Por el contrario, la retromarcha aérea, que implica la inversión intencionada del empuje durante la fase de vuelo en el aire, no es una maniobra estándar en la aviación comercial y suele asociarse a aeronaves especializadas y experimentales, cada una con características operativas y de rendimiento únicas.
Mientras que la retromarcha terrestre es un aspecto establecido y rutinario de las operaciones de aterrizaje, la retromarcha aérea es una aplicación especializada que se emplea en un conjunto limitado de escenarios operativos, como en determinadas misiones de investigación y trabajo aéreo.
En ocasiones la retromarcha en tierra se usa como reversa para mover un avión de su estacionamiento a la calle de rodaje.
Conclusión
Comprender los fundamentos de los procedimientos y el mantenimiento en pista es crucial para la seguridad de las operaciones de aviación. El uso del empuje inverso, también conocido como retromarcha, es una maniobra común que requiere habilidad y precaución.
Sabiendo cuándo y cómo utilizarla, así como los riesgos potenciales, los pilotos pueden pilotar sus aviones con seguridad en tierra y en el aire. Con los avances tecnológicos y las medidas de seguridad revisadas, esta maniobra que antes se consideraba peligrosa se ha convertido en una herramienta importante en las operaciones aéreas modernas.